En el corazón de cada buscador espiritual yace un anhelo profundo: el deseo de paz. No una paz intermitente que depende de las circunstancias externas, sino una paz constante, inquebrantable, que el mundo no puede dar ni quitar. Un Curso de Milagros (UCDM) nos enseña que esta paz no es un destino lejano que debemos alcanzar, sino nuestro estado natural, oscurecido únicamente por nuestra decisión de aferrarnos a las ilusiones. La más pesada de estas ilusiones es la creencia en el pasado.
Vivimos como si fuéramos prisioneros de una historia. Los agravios de ayer, las heridas de la infancia, los errores que creemos haber cometido y los que otros cometieron contra nosotros; todos forman una pesada cadena que arrastramos hacia el futuro. El ego, nuestro sistema de pensamiento basado en la separación, se deleita con esta cadena. La utiliza para definirnos, para justificar nuestro miedo, nuestra ira y nuestra culpa. Nos susurra: “Recuerda lo que te hicieron. No lo olvides, o volverá a suceder”. Y así, vivimos en un estado de defensa perpetua, proyectando las sombras del pasado sobre el lienzo luminoso del ahora.
Pero, como nos recuerda el maestro David Hoffmeister, un testimonio viviente de la paz que ofrece el Curso, hay otra manera. Hay una salida de esta prisión autoimpuesta. Esta salida es el perdón verdadero, la herramienta central que UCDM nos ofrece para desmantelar el ego y despertar al Amor que siempre hemos sido.
Redefiniendo el Pasado: La Perspectiva del Ego vs. la del Espíritu
Para el ego, el pasado es real, sólido y determinante. Es un archivo de pruebas que demuestra que la separación es real, que el ataque es posible y que la culpa está justificada. Cada recuerdo de dolor es un ladrillo en el muro que nos separa de nuestros hermanos y de Dios. Nos identificamos con nuestras historias de sufrimiento, creyendo que nos hacen “especiales” y únicos. “Nadie ha sufrido como yo”, piensa el ego, sin darse cuenta de que esta creencia es la misma raíz del sufrimiento universal.
El Espíritu Santo, nuestra Guía interna, nos ofrece una perspectiva radicalmente diferente. Para el Espíritu, el pasado simplemente no existe. Lo que llamamos “pasado” es solo un conjunto de pensamientos y juicios que estamos eligiendo mantener en nuestra mente en este preciso instante. No es el evento en sí lo que nos causa dolor, sino nuestra interpretación actual de ese evento. Como dice el Curso, “El pasado ya pasó. No puede tocarte”.
Esta es una enseñanza profunda y liberadora. Significa que no estamos a merced de lo que “sucedió”. Tenemos el poder, en este momento, de retirar nuestra fe en esas historias de dolor y elegir en su lugar la paz de Dios.
El Perdón Verdadero: La Llave Maestra de UCDM
El mundo enseña una forma de perdón que, en realidad, refuerza al ego. Implica que alguien cometió un pecado real y que nosotros, desde una posición de superioridad moral, decidimos “perdonarlo”. Este tipo de perdón mantiene la culpa viva, simplemente la transfiere.
El perdón de Un Curso de Milagros es completamente diferente. Es un acto de corrección mental. El verdadero perdón es la comprensión, con la ayuda del Espíritu Santo, de que lo que creías que tu hermano te hizo, en realidad nunca ocurrió. No es que el evento no haya sucedido en el nivel de la forma, sino que su significado de “pecado” o “ataque” era una mala interpretación. Todo acto que no proviene del amor es, en su raíz, una llamada de amor. Es un error nacido de la creencia aterradora en la separación.
Perdonar, entonces, no es pasar por alto un pecado. Es mirar más allá del error para ver la impecabilidad (la santidad) en nuestro hermano, que es un reflejo de la nuestra. Al hacerlo, no liberamos al otro; nos liberamos a nosotros mismos. Liberamos nuestra propia mente de la creencia en el ataque, la culpa y la separación. Cada acto de perdón verdadero es un paso que damos para salir del sueño y regresar a Casa.
Como David Hoffmeister a menudo comparte, este proceso no es analítico. No se trata de que “tú” intentes perdonar. Se trata de tener la pequeña dosis de buena voluntad para entregar tu juicio al Espíritu Santo. Es practicar el “orar, escuchar y seguir” que Jesús le enseñó. Es decir con sinceridad: “Espíritu Santo, no sé cómo ver esta situación. No quiero seguir sintiendo este dolor. Por favor, toma mi percepción y dame la Tuya. Ayúdame a ver esto de otra manera”. En esa entrega, ocurre el milagro.
El Momento Santo: Donde el Pasado se Disuelve
¿Qué sucede cuando practicamos este perdón radical? Somos introducidos al Momento Santo. El Momento Santo es el ahora, despojado de todo pasado y futuro. Es el instante presente, visto a través de los ojos de Cristo, libre de juicio y miedo.
En la página de inicio de nuestro sitio, se nos recuerda: “Un curso de milagros enseña que este momento se extiende a la eternidad. Es el ahora que se desarrolla pacíficamente y es para siempre”. Este no es un concepto poético; es una experiencia disponible. Cuando perdonamos un agravio del pasado, retiramos la nube de juicio que oscurecía el sol de la Presencia. De repente, el momento presente se revela tal como es: lleno, completo, pacífico y rebosante de Amor.
En el Momento Santo, no hay necesidad de nada. No hay nada que arreglar, nada que lamentar, nada que temer. Solo hay una conciencia de unidad y gratitud. Es la experiencia de que todo está bien, exactamente como está. Esta es la felicidad infinita de la que habla el Curso, la paz que sobrepasa todo entendimiento.
La próxima vez que tu mente te presente un recuerdo doloroso, una vieja herida o un resentimiento, reconócelo como una oportunidad. Es una invitación del Espíritu Santo para sanar. No luches contra el pensamiento ni te sientas culpable por tenerlo. Simplemente, obsérvalo sin juicio y entrégalo. Di: “Elijo la paz de Dios en lugar de esto”.
Este es el camino práctico que nos ofrece Un Curso de Milagros. No es una filosofía abstracta, sino un entrenamiento mental diario. Cada momento en que eliges el perdón sobre el agravio, estás eligiendo el Cielo sobre el infierno, la eternidad sobre el tiempo, el Amor sobre el miedo.
Te invitamos a profundizar en esta práctica. Explora los recursos que ofrecemos: los escritos, los videos de David, los cursos en línea. Únete a nuestros eventos y conecta con una comunidad que está dedicada a vivir este mensaje. El viaje del perdón es el viaje de regreso a ti mismo, al Ser que Dios creó perfecto, eterno y en paz. El pasado ha terminado. El ahora es tuyo para recibirlo. Y en este santo instante, todo el Amor del universo te espera.
